Las
vesículas o glándulas seminales son unas
glándulas productoras de parte del líquido
seminal situadas en la excavación pélvica, detrás de la
vejiga urinaria, delante del
recto e inmediatamente por encima de la base de la
próstata, con la que están unidas por su extremo inferior.
El conducto de la vesícula
seminal y el
conducto deferente forman el conducto eyaculador, que desemboca en la
uretra prostática.
Cada vesícula
seminal es un túbulo lobulado, revestido por
epitelio secretor que secreta un material mucoide rico en
fructosa,
ácido cítrico, y otras sustancias nutritivas, así como grandes cantidades de
prostaglandinas y fibrinógenos, durante el proceso de emisión y
eyaculación, cada vesícula
seminal vacía su contenido al conducto eyaculador, poco tiempo después de que el conducto deferente vacíe los
espermatozoides. Esto aumenta notablemente el volumen de
semen eyaculado. La fructosa y otras sustancias del líquido
seminal tienen un considerable valor nutritivo para los espermatozoides eyaculados hasta que uno de ellos fecunda el
óvulo. Se cree que las prostaglandinas ayudan de dos maneras a la
fecundación:
1. Reaccionando con el moco cervical femenino, para hacerlo más receptivo al movimiento de los espermatozoides
2. Desencadena contracciones peristálticas invertidas del
útero y de las
trompas de Falopio para mover los espermatozoides hacia los
ovarios.